Una de las dificultades que suelen afrontar las empresas familiares es una cuestión que hace relación al negocio mismo. Esta dificultad es la generada como consecuencia del movimiento y los cambios que se dan en el mercado y la falta de visualización de esta situación y, sobre todo, el no realizar acciones concretas en relación a la misma.
El fundador es una persona muy especial, cuya virtud principal, desde el punto de vista empresarial, es la de tener un gran olfato para los negocios y de ver posibilidades donde nadie las ve. Así, un emprendimiento que se inició como consecuencia de una genial idea del fundador, que la empezó con mucho esfuerzo y sacrificio, pasa con el tiempo a constituirse en una próspera empresa.
En general, en la medida en que los hijos crecen se van incorporando al negocio y éste produce lo suficiente como para que toda la familia viva dignamente. Ahora bien, puede darse la situación que el tiempo transcurra y la empresa siga haciendo siempre lo mismo y de la misma manera, mientras el mercado cambia a una velocidad vertiginosa.
En este sentido Chris Zook y James Allen en su libro “La mentalidad del fundador” señalan que las empresas que serán nuestras competidoras dentro de cinco años serán otras empresas. El mensaje es claro: nuestras empresas deben moverse a una gran velocidad para poder competir dentro del mercado.
El fundador tiene un gran rol que es el de crear la empresa y mantenerla en su primera etapa, dándole un crecimiento sostenido. Ahora bien, para que la empresa pueda pasar de la primera a la segunda generación es absolutamente necesario que los más jóvenes trabajen muy fuertemente en la innovación, en la creación de nuevos negocios y en la creación de valor agregado a los negocios existentes. De esta manera una empresa familiar podrá pasar exitosamente de una generación a otra.
Una de las grandes fortalezas de las empresas familiares es la de contar con integrantes de diferentes generaciones y esto debe ser aprovechado de la mejor manera posible para poder visualizar los cambios del mercado y realizar las acciones que sean necesarias para hacer frente a los mismos, para lo cual se requiere, fundamentalmente, salir de la zona de confort.
Que las vicisitudes del 2020 las capitalicemos como experiencias y que el 2021 nos encuentre juntos y fuertes para lograr la felicidad y el éxito en la familia y en la empresa.
Marcelo Codas Frontanilla
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