El patrimonio familiar es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que una familia acumula en un periodo de tiempo determinado.
De acuerdo a lo dispuesto por el artículo 49 de la Constitución Nacional se promoverá y garantizará la protección integral de la familia y en tal sentido, el artículo 59 de la Carta Magna instituye el bien de familia, pudiendo éste ser la vivienda o sus muebles y elementos de trabajo, los cuales serán inembargables; siendo ésta la primera medida de protección del patrimonio familiar. Otras medidas son las siguientes.
Separar la caja de la familia de la caja de la empresa: Esto consiste en que los gastos de la familia se paguen con los fondos de ésta y los gastos de la empresa se cubran con los ingresos que la misma genere. Esto permite poder tener bien diferenciado el patrimonio de la familia del patrimonio de la empresa y evitar confusiones que pueden llevar a situaciones graves.
Seguro médico: Probablemente las situaciones que pueden genera mayores gastos son las relativas a los problemas de salud y, conforme a la experiencia, en situaciones graves, muchas familias han perdido sus casas y gran parte de su patrimonio. Así, es muy difícil contar con un patrimonio suficiente para hacer frente a severos problemas de salud.
Debemos pensar entonces en una herramienta que pueda prever tal situación y ésta es el seguro médico o la medicina prepaga. En este sentido, la primera opción es la contratación de un buen seguro médico local y la segunda, contar con un seguro médico internacional, especialmente para los casos en que se deban recurrir a tratamientos en el exterior.
Seguro de vida: Si bien éste no constituye en puridad una medida de protección, es una herramienta muy importante en el caso de fallecimiento, especialmente en los casos en que éste es prematuro e inesperado, de la persona que aporta la mayor parte de los ingresos a la familia. De esta manera, la grave situación que surge con motivo de la partida de un ser querido, por lo menos podrá ser abordada con una razonable tranquilidad en el aspecto económico.
Jubilación – Plan de retiro: Quienes trabajen en situación de dependencia, llegado un momento determinado podrán acceder a la jubilación, pero para quienes sean empresarios o cuentapropistas ello no será posible, por lo cual en estos casos debe pensarse en un plan de retiro, recurriendo para ello a herramientas tales como ahorros programados, cajas de jubilaciones privadas o fondos mutuos, previendo de esta manera poder contar con un ingreso cuando uno desee retirarse de la vida actividad laboral.
Fideicomiso: Esta es la herramienta de protección patrimonial por excelencia ya que al constituir un fideicomiso se constituye un patrimonio autónomo que está totalmente blindado lo que permite a la familia tener la plena seguridad que el mismo no podrá ser objeto de embargo ni de ningún otro gravamen y que, conforme a las instrucciones que se den al fiduciario, ésta las hará cumplir.
En las cuestiones vinculadas a la familia, en nuestro país se dan, fundamentalmente, dos situaciones por las cuales esta herramienta no es muy utilizada. La primera es la legítima por lo cual solo un 20% del patrimonio de una persona puede tener un destino diferente que el de sus herederos forzosos. La segunda es que, los costos no son muy accesibles si el patrimonio no es muy grande. No obstante, ambas medidas pueden armonizarse conforme a cada caso concreto.
Como puede verse las herramientas disponibles son varias y, de acuerdo a cada caso en particular, pueden utilizarse más de una de ellas a fin de la protección efectiva del patrimonio familiar.
Marcelo Codas Frontanilla
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