artículosUn nuevo año, la misma pasión por la empresa familiar…

Un nuevo año trae siempre un cúmulo de emociones, buenos deseos, nostálgicos recuerdos, planes renovados, y es motivo de legítima esperanza y justificadas expectativas. Todo cuanto vivimos y sentimos alienta el compartido afecto, el de ustedes y el mío, en torno a las ideas que genera la empresa familiar.

En este orden de cosas, desde hace un tiempo, varias empresas familiares han seguido el criterio de que los hijos no trabajen en la gestión empresarial y que, luego de ganar experiencia en otras empresas o en proyectos personales, se sumen a la organización que es propia de la familia en el rol de Gerentes o Directores.

Este criterio tiene sus fortalezas, pero en ciertas ocasiones trae como consecuencia que los hijos, al no participar de la vida de la empresa familiar, pierden interés en ella. Si bien esto no debiera ser forzosamente así, es una realidad que se percibe.

Por otro lado, los hijos inician proyectos personales o trabajos en otras empresas y cuando los padres desean que sumen su esfuerzo al de la familia, aquellos ya han logrado consolidar sus propios proyectos u ocupan posiciones importantes en otros espacios y ya no tienen tiempo ni interés en colaborar con la empresa de la familia.

Cuanto hasta aquí se ha señalado no pretende sostener que todos los hijos deben trabajar, forzosamente, en la gestión de la empresa familiar para que tengan interés en la continuidad de esta en el tiempo. El objetivo no es otro que el de llamar a una sana reflexión acerca de una realidad que se percibe y observa hoy.

Es conveniente impulsar acciones de modo tal a mantener a los hijos informados de lo que se hace en la empresa de la familia y de su marcha, de modo tal que cuando, en el futuro, se requiera que colaboren con ella, estén motivados y entusiasmados para hacerlo, desde donde puedan y quieran hacerlo.

Asimismo, resultaría saludable realizar reuniones periódicas con los hijos, y actividades de capacitación para ellos que les permitan adquirir herramientas útiles tanto en lo personal como en cuanto concierne a la empresa familiar.

A lo anterior se suma la importancia de trabajar con los hijos en su formación como futuros accionistas que necesitan conocer sus derechos y sus obligaciones, todo ello con el claro objetivo de la continuidad de la empresa. Naturalmente será indispensable que esos descendientes deseen fungir de accionistas y colaborar con la empresa desde dicho rol.

Finalmente, en este primer artículo del año, les reitero mis mejores deseos de un 2025 de realizaciones familiares cada vez más plenas y con mayores logros empresariales.

Marcelo Codas Frontanilla

marcelo@estudiocodas.com

Twitter: @CodasMarcelo

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