artículosLas empresas de amigos, ¿son familiares?

En muchas ocasiones surge la pregunta acerca de si las empresas constituidas por o entre amigos son o no empresas familiares. Una primera respuesta rápida, nos lleva a la conclusión de que no lo son, pero si realizamos un análisis de mayor profundidad, encontramos que, de darse ciertas circunstancias, podemos considerar que las empresas de amigos son también empresas familiares, o por lo menos tienen características muy similares a éstas.

Un viejo refrán dice “El amigo es el hermano que uno elige”. Si uno emprende un negocio con un hermano que eligió, si bien no les unen lazos de sangre, sí existen vínculos y lazos muy fuertes, que inclusive pueden ser mayores que con sus propios hermanos.

En otros casos, en los que el emprendimiento es iniciado y llevado adelante entre personas que no son amigas; la amistad, habitualmente, va surgiendo con el correr de los años, no solo a nivel personal entre los socios fundadores, sino involucrando también a sus respectivas familias.

Así, en ambos ejemplos mencionados precedentemente, una vez que los socios tengan una edad cercana a los 60 años y sus hijos tengan edad aproximada a los 30 años, nos encontramos con una empresa que podría estar a pasos de ser una sociedad multifamiliar, con las debilidades y fortalezas propias de una situación de esta naturaleza.

Algunas cuestiones que deberían tener en cuenta los empresarios que lleguen a esta situación son:

Los fundadores deben definir si desean que los hijos de sus socios sean socios de la empresa y por tanto, socios entre sí e igualmente, si los hijos desean ser socios entre ellos. Esta es una tarea que requiere de tiempo y dedicación, para poder contar con las respectivas decisiones. Posteriormente, se debe establecer un mecanismo, instrumentado en el estatuto social o en un acuerdo de socios, que permita que en el caso que un socio desee retirarse, los demás puedan tener preferencia para adquirir sus participaciones accionarias en las proporciones correspondientes.

En los casos en los que los socios o algunos de ellos sean quienes aporten la mayor parte o la totalidad de los ingresos para el mantenimiento de la familia y que los recursos sean generados en una empresa formada con sus amigos, debe definirse la manera de proceder en el caso de fallecimiento de uno de ellos, especialmente si éste es inesperado. Si bien los cargos de gerente o director no son heredables, no es menos cierto que el fallecimiento en las condiciones apuntadas genera un severo inconveniente a la familia, que merece ser analizado a efectos de tratar de llegar a alternativas de solución que permitan mitigar dicha dificultad.

Otro aspecto a tener en cuenta es el relativo a la eventual creación de acciones por clase o por grupos, conforme a la composición y participación de las familias e igualmente determinar si cada familia podrá o no disponer de un lugar en el directorio.

Como puede verse, muchas son las similitudes entre las empresas de amigos y las empresas familiares, por lo que, más allá de aspectos eminentemente técnicos o conceptuales, es conveniente que los amigos que tienen empresas en común -especialmente llegada una etapa de sus vidas y la de sus hijos- puedan abordar los temas citados y otros más que permitan que la empresa pueda continuar en el tiempo.

Marcelo Codas Frontanilla

marcelo@estudiocodas.com

Twitter: @CodasMarcelo

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