Hace unas semanas publiqué en las redes una reflexión en la cual expresaba que el adecuado tratamiento de las emociones, tanto en las relaciones con los miembros de la familia como en la empresa familiar, es fundamental para que las personas puedan desarrollarse adecuadamente, buscando siempre la felicidad en la familia y la generación de ganancias en la empresa.
Recibí comentarios que denotan como una sensación de que esto no se puede hacer, que existen dificultases para el manejo de las emociones entre los miembros de la familia pero que se considera ya una batalla perdida.
Esta sensación como de derrota ante eventuales dificultades con el manejo de las emociones entre los miembros de la familia, debe ser analizada en profundidad por los mismos para poder realizar luego un abordaje que pueda permitir una solución a este inconveniente.
De ningún modo pueden los integrantes de una familia sentirse derrotados ante algunas dificultades de relacionamiento, sino todo lo contario, deben tomar el toro por las hasta y avanzar en una solución. En caso contrario, el problema irá escalando y cada vez la solución será más difícil.
Desde luego que el trabajo no es sencillo. El primer paso es la decisión firme de tratar que los miembros de la familia, tanto dentro de ella como en la empresa tengan una relación armoniosa, para lo cual es fundamental un adecuado manejo de las emociones. En caso contrario nada se puede hacer.
Una vez que exista dicha decisión se deberá avanzar, sin prisa, pero sin pausa en el abordaje de la situación para lo cual se requiere, fundamentalmente, de:
- Respeto
- Esfuerzo
- Renunciamiento
- Tolerancia
- Empatía
- Apertura mental
Debe tenerse presente que nos estamos refiriendo a un proceso en el cual quienes participan del mismo deben tener en cuenta que se requiere de tiempo y que no se encontrarán las soluciones como por arte de magia, sino que éstas surgirán como consecuencia del trabajo de todos los integrantes de la familia. En el caso que éstos sientan que lo requieren deberá solicitar la colaboración de un profesional que facilite el proceso.
Como bien lo afirma Carolina Galeano de Bestard: “la mayoría de los problemas que tenemos en la vida y en la empresa son de índole emocional”. Por este motivo, tanto en la familia como en la empresa debemos trabajar con las emociones, que consiste, fundamentalmente, en la gestión de las emociones. Esta gestión incluye dos aspectos: uno es aprender a expresar las emociones personales, teniendo en cuenta el momento y el lugar; otro, reconocer y comprender las emociones de los demás.
Marcelo Codas Frontanilla
marcelo@estudiocodas.com
Twitter: @CodasMarcelo